Imposición de opiniones y peleas de gatos

Navegando por los espacios cibernéticos, descubrí un comentario interesante de un joven en su página. El tema era un tanto controversial. Me detuve para leer las respuestas de las personas ante el punto de vista del joven.

Algunos mostraban su indignación al punto de responder de manera insultante a todo aquel que tuviera una opinión diferente. No pude contener las ganas de compartir mi opinión a tan interesante tema, por lo cual no lo pensé dos veces y me dispuse a escribir. Traté en lo más posible ser respetuosa al exponer mi punto de vista pero aun así, el bombardeo de respuestas insultantes no se hizo esperar. 

Recordé aquella frase tan popular que mi madre me decía: “-Ay mija has buscado fuete pa’ tu propio trasero”. Me reí conmigo misma y me dije: “-Misma, no aprendes. Calladita te veías más bonita.” Esos son los momentos en que pienso, lo difícil que es ser yo. Y como soy tan testadura entré nuevamente en acción para aclarar que era solo mi opinión pero respetaba la de los demás. Aun así se repitió el suceso de bombardeos y me dije a mi misma: “-Misma salte del campo minado que no aprendes mija.” Así que me quedé en una esquinita observando el bombardeo a otros que entraban y expresaban sus puntos de vista al tema. 

Esto me hizo reflexionar sobre la imposición de opiniones y lo complicados que somos los seres humanos. No se si los animales suelen tener estos conflictos pues aun no interpreto sus idiomas aunque con lo curiosa que soy me encantaría entenderlos. Una vez vi mi gato maullar y emitir sonidos junto a otro gato con ciertos gestos extraños por un largo rato. Me pregunto si estaban intercambiando opiniones e imponiendo sus puntos de vista como lo hacemos los humanos, pues al rato asumieron una postura de pelea. Hasta que llegó “misma” a invadir sus espacios con manguera de agua fría en manos. Los gatos terminaron calladitos y mojaditos. Y yo muy feliz de haber detenido una pelea gatuna. 

El método de la manguera no estaría nada mal aplicarlo con algunos seres que se piensan que los demás tienen que pensar como ellos. ¿Que ustedes creen? Pensándolo mejor no; malgastaríamos demasiada agua y es necesaria para otras cosas de importancia. En la vida pasan determinadas situaciones donde debemos hacer frente a la diversidad de pensamientos, valores y opiniones porque existe un derecho de expresión. Lo importante es hacerlo con respeto, sin devaluar el prójimo, discernir cuando debemos opinar y cuando guardar silencio.