Por: Sarie De Jesús
Hace unos días me tocaba asistir a una cita médica por lo cual tomé mi rumbo a un destino que aportaría mucho a mi vida. A veces nos distraemos en el afán diario sin darnos cuenta de tantas cosas y sucesos interesantes que tenemos en nuestro entorno, pero pasan como microorganismos que solo pueden verse a través de un microscopio.
Entré a la salita del consultorio y mientras aguardaba en la tediosa espera de ser atendida por el Galeno, no pude evitar notar aquel caballero delgado, alto de cabello lacio y plateado con un rostro marcado de arrugas, reveladoras de su experiencia de vida y unos ojos azules que mostraban intensidad de mirada cuando compartía sucesos de su vida tan desgarradores. Contaba una serie de experiencias que muchos solo contarían a alguien con suma confianza por lo trágico de su historia.
Pude darme cuenta que los allí presentes no apreciaban la importancia de las palabras de aquel caballero que aunque con un aspecto extraño, hablaba con mucha propiedad y sabiduría. Vi dos jovencitas con sus celulares de último modelo, en los cuales no paraban de escribir y burlarse del caballero a sus espaldas como si fuera un loco. En otro extremo observé un caballero de mediana edad que ocultaba su rostro detrás de un periódico mostrando su molestia por el parlanchín que compartía sus vivencias. También observé una parejita enamorada que parecía no estar consientes de lo que allí ocurría.
Por alguna razón aquel caballero me trasportó a las maravillosas estampas de Cervantes con ese majestuoso personaje a quien le dio vida en su famosa obra literaria, llamándole: Don Quijote de la Mancha. Quizá pensé en ese personaje que amé desde el primer día que leí sus aventuras, porque pude ver detrás de esa apariencia de loco, un ser lleno de sabiduría que no era valorada. Claro está que también amé las locuras del “caballero andante”.
Este panorama me condujo a reflexionar en lo poco que apreciamos lo que parece insignificante pero detrás de esa cubierta tan simple, nos puede aportar tanto. El ser humano está perdiendo la sensibilidad de apreciar lo que es verdadero y genuino. Quizá así lo entendí porque ese día me levanté con esta única sensibilidad de escudriñar lo que parece tan insignificante, lo cual me llevó a re-descubrir y apreciar cosas que habían perdido su sentido con el afán diario. No basta con ver y oír. Observa, escucha, escudriña y descubrirás tesoros.
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Gracias por el apoyo y les mando un beso enorme.
tienes la habilidad de una buena escritora....con tus palabras transportar a tus lectores a visualizar la escena que presentas tal y como sucedió. besos!
ResponderEliminarGracias Hermosa. Que gusto me da tu visita a mi blog. Te mando un besote. Bendiciones!!
EliminarQ bonito saber que aun quedan personas q aprecian la "locura" vista en ojos de otro. Muchos dejan pasar la esencia de la vida, sin tan siquiera apreciar lo bello de ella. xoxo hermosa
ResponderEliminarGracias por tus hermosas palabras!! Así es, un poquito de locura no viene mal en estos días. Lo que para otros puede ser locura, para nosotros es vivir a plenitud. Te mando un besote Preciosa!!
EliminarSARIE..QUEDO CAUTIVADA.EN TU MANERA DE ESPONER ESTAS REALIDADES,,POR MEDIO DE ELLAS SE PUEDE APRECIAR EL GRAN SER HUMANO Q ERES....DTB
ResponderEliminarMuchas gracias mi niña hermosa!! Te mando un besote!
EliminarMe encanta, me encanta, me encanta,,,,a veces somos tan ajenos al sufrimiento de otros,,,verdad, que juzgamos nada más su apariencia, y no nos molestamos en saber si esa persona está necesitada de ayuda, de un hombro que recoja su cabeza, de un pañuelo que empape sus lágrimas, ó una palabra, que le saque una sonrrisa o tan siquiera se sienta reconfortado,,,,y escuchado,,,,perdona por extenderme tanto,,,pero me emociono, que bonita publicación,,,,,besitos bye bye
ResponderEliminarhttp://www.evanidades.com
Muchas gracias!! Me alegro lo hayas disfrutado. Es un gran placer para mi que visites mi blog y disfrutes de mis publicaciones. Besos...Bendiciones.
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